El desarrollo económico de Norteamérica en las
últimas tres décadas sólo puede explicarse a partir de la irrupción en 1994,
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que facilitó el
comercio entre las naciones norteamericanas.
La aparición de nuevas formas de hacer negocios (como lo es el comercio electrónico) y la ausencia de modificaciones que permitieran la mejora del acuerdo comercial durante su vigencia de más de 25 años, aunado al evidente factor político que incorporó el Presidente Trump en el escenario comercial de la región, son elementos que convergen y que dan como resultado una evolución de las reglas del TLCAN y su sustitución por el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En este sentido, el conocer las implicaciones, beneficios y
obligaciones que derivan de la aplicación del T-MEC, puede
resultar un trabajo arduo y laborioso, considerando la complejidad
de la lectura de sus disposiciones.
Para facilitar el estudio del tratado, esta obra ofrece al lector una visión que combina teoría y práctica de las disposiciones más relevantes del T-MEC, a partir de la experiencia y dedicación del autor en la interpretación y aplicación de acuerdos comerciales.